sábado, 29 de mayo de 2021

El sofá . Parte II.  Primera generación "sofá" 

  Experimenté un cambio grande hace años.  Pasaba muchas horas viendo la tele tumbada en el sofá. Ver la tele además me daba hambre .  Experimenté lo que significa  el trío sofá /comida /televisión y se que es  peligroso.    

Cuando me separé y me cambié de casa aproveché la coyuntura para que no entrara  por inercia en mi  nueva casa ningún "mueble " ni objeto asociado a la vida que no quería  llevar . Fuí quitando  todo lo que destruía lo mejor de mí. 

Lo primero que no entró en mi nueva casa fue la tele . Qué liberación ! Ahora ni me imagino una vida con tele.  Sí que  entraron los libros , pero solo los que de verdad me interesaba seguir consultando. También saqué mucho libro. No todo libro es válido.

Por suerte la  nueva casa a la que me mudaba era muy pequeña y no aceptaba meter cualquier cosa . Había que hacer una criba  . Esa criba fue una bendición: hay un montón de objetos que nos saturan el espacio y nos pesan y nos roban el tiempo . 

La nueva casa de alquiler no tenía nada, solo un sofá en el salón . Lo cambié 500 veces de sitio porque no terminaba de verlo en ningún lado . Me molestaba verlo. De  repente   un día me dí cuenta : no terminaba de verlo en ningún lado porque no tenía que estar allí. ¿Para qué un sofa ? ¿A qué me llevaba un sofá? me llevaba a  sentarme o a tumbarme . ¿Y para hacer qué  ?  para adormilarme . 

¿Y si lo quito?, pensé  .

Tenemos tan integrado como tienen que ser las cosas , que cuesta mucho trabajo darse cuenta de lo que de verdad sobra y lo que de verdad es necesario . 

Estamos acostumbrados a  ocupar el vacío  porque quizas hemos recibido la idea de que vacío es no tener nada . Queremos tener y tenemos la creencia de  que teniendo vivimos  más  seguros . Y al final lo único que no tenemos es ese vacío necesario . Ese concepto de ocupar el espacio nos lleva por lo general a dispersarnos malgastando  nuestro tiempo . 


El primer paso que dí  fue sacar el sofá del salón. No sabía lo que hacer con el , y lo puse en principio en una terraza grande que tenía  la casa  .  No lo hice pensando que  fuera a ser nada definitivo , pero me agobiaba  y quería sentir  qué era vivir sin sofá   . Han pasado 7 años . Y alli sigue en  la terraza ; 7 años sin tele y 7 años sin sofá . Todo ese tiempo he vivido con un poquito de más vacío . Qué agusto ! Qué tranquilidad . 

Se trata de  quitar y no de poner. Cuesta tanto darse cuenta de todo lo que sobra, que lo dejé en la terraza a modo de escultura-mensaje : "qué sobra". Eso es lo que pienso cada vez que lo veo.

Nadie usa jamás  ese  sofa y me alegra no ver ahí sentada a la que soy ahora . Qué alegría no ver en ese sofà tumbada a la que fuí . 


En el salón vacío  fui  poniendo  alfombras . Fui poquito a poco . Nada de lo que hago  hoy tiene que ser  definitivo y para siempre pero sí me tiene que llevar a la dirección a la que quiero ir . En esas alfombras continuamente nos sentamos o nos tumbamos, pero no nos llevan a adormilarnos. 

El vacío da calma y tranquilidad. 

El espacio que hay fuera crea espacio dentro . 

El silencio  que permite la "no tele", y el vacío que me regala  el "no sofá" me permiten vivir mucho más tranquila y centrada sin tener que negociar con nadie  por mi tiempo .   

Era tan sencillo y cuesta tanto "vaciar". Se que aún queda mucho por vaciar. Cada día me planteo quitar  algo, y soy cuidadosa con lo que entra en casa.  Ya no vale cualquier cosa. 





Y me paré a pensar cuántas  generaciones de sofá llevabamos cultivando ese adormilamiento.  Y la respuesta fue: " ninguna" , porque nuestros abuelos no sufrieron  ese pack tele - sofá . Piensa si en casa de tus abuelos había un sofá cómodo y mullido frente a una tele donde apoltronarse . No lo había . Aún no había llegado esa costumbre . Y nuestros padres  solo la sufrieron de mayores porque durante la vida de adultos  no dispusieron de  tanto tiempo para desperdiciar . Mucho trabajo y mucho hijo era lo que sufrieron jejej Pero eso no les adormiló tanto . Ahora es cuando se está dando  la primera generación  "sofá"  . Pero si observamos,  los niños  usan el sofá para todo menos para sentarse o tumbarse como lo haría un adulto. Los niños lo usan para escalar, para arquearse, para invertirse, para lanzarse desde altura al suelo......Pero ya estará ahí el adulto diciéndoles : No hagas eso , sientaté bien !! . Y el niño se preguntará sin expresarlo ¿Qué será sentarse bien ? 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

ASTHANGA YOGA , UN SISTEMA MILENARIO PARA LIMPIAR EL DISCO DURO.  ASTHA (8) ANGA (PASOS)   1. Yamas: malos hábitos que tengo que abandonar ...