El sofá . Parte II. Primera generación "sofá"
Experimenté un cambio grande hace años. Pasaba muchas horas viendo la tele tumbada en el sofá. Ver la tele además me daba hambre . Experimenté lo que significa el trío sofá /comida /televisión y se que es peligroso.
Cuando me separé y me cambié de casa aproveché la coyuntura para que no entrara por inercia en mi nueva casa ningún "mueble " ni objeto asociado a la vida que no quería llevar . Fuí quitando todo lo que destruía lo mejor de mí.
Lo primero que no entró en mi nueva casa fue la tele . Qué liberación ! Ahora ni me imagino una vida con tele. Sí que entraron los libros , pero solo los que de verdad me interesaba seguir consultando. También saqué mucho libro. No todo libro es válido.
Por suerte la nueva casa a la que me mudaba era muy pequeña y no aceptaba meter cualquier cosa . Había que hacer una criba . Esa criba fue una bendición: hay un montón de objetos que nos saturan el espacio y nos pesan y nos roban el tiempo .
La nueva casa de alquiler no tenía nada, solo un sofá en el salón . Lo cambié 500 veces de sitio porque no terminaba de verlo en ningún lado . Me molestaba verlo. De repente un día me dí cuenta : no terminaba de verlo en ningún lado porque no tenía que estar allí. ¿Para qué un sofa ? ¿A qué me llevaba un sofá? me llevaba a sentarme o a tumbarme . ¿Y para hacer qué ? para adormilarme .
¿Y si lo quito?, pensé .
Tenemos tan integrado como tienen que ser las cosas , que cuesta mucho trabajo darse cuenta de lo que de verdad sobra y lo que de verdad es necesario .
Estamos acostumbrados a ocupar el vacío porque quizas hemos recibido la idea de que vacío es no tener nada . Queremos tener y tenemos la creencia de que teniendo vivimos más seguros . Y al final lo único que no tenemos es ese vacío necesario . Ese concepto de ocupar el espacio nos lleva por lo general a dispersarnos malgastando nuestro tiempo .
El primer paso que dí fue sacar el sofá del salón. No sabía lo que hacer con el , y lo puse en principio en una terraza grande que tenía la casa . No lo hice pensando que fuera a ser nada definitivo , pero me agobiaba y quería sentir qué era vivir sin sofá . Han pasado 7 años . Y alli sigue en la terraza ; 7 años sin tele y 7 años sin sofá . Todo ese tiempo he vivido con un poquito de más vacío . Qué agusto ! Qué tranquilidad .
Se trata de quitar y no de poner. Cuesta tanto darse cuenta de todo lo que sobra, que lo dejé en la terraza a modo de escultura-mensaje : "qué sobra". Eso es lo que pienso cada vez que lo veo.
Nadie usa jamás ese sofa y me alegra no ver ahí sentada a la que soy ahora . Qué alegría no ver en ese sofà tumbada a la que fuí .
En el salón vacío fui poniendo alfombras . Fui poquito a poco . Nada de lo que hago hoy tiene que ser definitivo y para siempre pero sí me tiene que llevar a la dirección a la que quiero ir . En esas alfombras continuamente nos sentamos o nos tumbamos, pero no nos llevan a adormilarnos.
El vacío da calma y tranquilidad.
El espacio que hay fuera crea espacio dentro .
El silencio que permite la "no tele", y el vacío que me regala el "no sofá" me permiten vivir mucho más tranquila y centrada sin tener que negociar con nadie por mi tiempo .
Era tan sencillo y cuesta tanto "vaciar". Se que aún queda mucho por vaciar. Cada día me planteo quitar algo, y soy cuidadosa con lo que entra en casa. Ya no vale cualquier cosa.
Y me paré a pensar cuántas generaciones de sofá llevabamos cultivando ese adormilamiento. Y la respuesta fue: " ninguna" , porque nuestros abuelos no sufrieron ese pack tele - sofá . Piensa si en casa de tus abuelos había un sofá cómodo y mullido frente a una tele donde apoltronarse . No lo había . Aún no había llegado esa costumbre . Y nuestros padres solo la sufrieron de mayores porque durante la vida de adultos no dispusieron de tanto tiempo para desperdiciar . Mucho trabajo y mucho hijo era lo que sufrieron jejej Pero eso no les adormiló tanto . Ahora es cuando se está dando la primera generación "sofá" . Pero si observamos, los niños usan el sofá para todo menos para sentarse o tumbarse como lo haría un adulto. Los niños lo usan para escalar, para arquearse, para invertirse, para lanzarse desde altura al suelo......Pero ya estará ahí el adulto diciéndoles : No hagas eso , sientaté bien !! . Y el niño se preguntará sin expresarlo ¿Qué será sentarse bien ?
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