Jesús, Budda y krishna cuando hablaban de amor estaban hablando de un amor desinteresado y generoso. Supongo que para quienes los escuchaban en aquellos momentos no era fácil entenderlo porque al igual que ahora, se acostumbraba a amar de una forma egoísta, pasional e interesada.
Pararnos a reflexionar es clave si queremos vivir en-amor-ado-s.
El amor verdadero solo es posible en un ser humano sereno. Si la persona está emocionalmente y mentalmente agitada, no es capaz de amar a nadie, ni siquiera así mismo.
En la doctrina filosófica budista así como en la doctrina filosófica yóguica a la capacidad de ofrecer amor se le denomina maitri. Si no hay maitri, no hay encuentro con amor.
Teniendo en cuenta esto, para amar necesito desarrollar maitri, que es la capacidad de entender a la persona que quiero amar. Sin entendimiento no se puede amar, no se desarrolla esa capacidad. No solo puede haber voluntad de hacer feliz a quien quiero ofrecer amor, sino que es necesario que el sujeto desarrolle esa capacidad dedicándole en su día a día por plena convicción y por esfuerzo un tiempo de observación y escucha. El amante verdadero es capaz de ofrecer amor porque entiende a la persona que ama.
Y hablaba Buda de Karuna para referirse a esa facultad que tiene el amor para disolver el sufrimiento. Si el amor que ofrece el amante lejos de disolver el sufrimiento lo provoca, eso no es amor. Y esa facultad de "disolvente de sufrimiento", requiere aprendizaje y entrenamiento con uno mismo primero. No puedo solo querer usar el "disolvente de sufrimiento" para los demás. Tengo que aprender a usarlo conmigo mismo. No puedo inundar de amor el sufrimiento de los demás si no he aprendido a disolver mi propio sufrimiento siendo capaz de amarme a mí mismo. Ya hablaba Jesucristo de amar al prójimo como a uno mismo. Por lo tanto revelará mi talento para amar el cómo dirijo mis sentimientos para poder calmarlos y que no me hagan sufrir, el cómo uso mi cuerpo para cuidarlo. Y cómo uso mis pensamientos para no herirme con ellos. No hay duda, la capacidad que tengo para amarme y cuidarme a mí mismo , es la capacidad que voy a tener para amar al otro. Y es necesario dedicar esfuerzo a desarrollar esta virtud. No es casual.
Y también Buda y khrisna hablaban de Mudita para referirse a esa alegría que requiere el amor desinteresado. Ser amor es ser alegría. Ser fuente de gozo, de júbilo y de satisfacción es ser fuente de felicidad. No puedo hacer feliz a otra persona, si no puedo hacerme feliz a mí. No voy a encontrar amor en otra persona si no lo encuentro en mí. Cuando experimentamos nosotros mismos el amor incondicional es cuando podemos amar, por lo que también es necesario dedicarle atención y tiempo a diario , a ese sentimiento de alegría y de gozo. Bañarme en la atención y el tiempo conmigo mismo a diario, para realizarme como fuente creadora de amor. Si estoy con satisfacción y plenitud en mí, puedo estar satisfecho y pleno con el otro y ya eso, la presencia plena, es garantía de amor auténtico.
De forma poética expresaba el amor Mansur Hallaj , maestro sufí agitador de conciencias “ … Me he transformado en aquel que amo y aquel que amo se ha transformado en mí, somos dos espíritus fundidos en un solo cuerpo … ”.
Si el amante es el amado, el amante se responsabiliza de la felicidad o del sufrimiento del amado, de la misma manera que si fuera su sufrimiento o su felicidad. Coincide con Upeksa, termino con el que se referían en oriente a la idea de no exclusión . El amor es inclusivo. El amante que incluye, amplifica el amor y al aumentar el amor aumenta la fuerza que diluye el sufrimiento. La unión hace la fuerza.
Una plaga de amor es lo que necesita una sociedad corrupta para evolucionar hacia una sociedad integra. Escribía Ibn ‘Arabi , santo Sufí del siglo XIII, “…Yo profeso la religión del Amor cualquiera sea la dirección que tome su cabalgadura. Esa dirección es mi credo y mi fe…”
No se puede buscar el amor fuera de uno mismo. Por orden natural, tengo que empezar por cuidarme, por respetarme, por conocerme, por habitarme , por estar presente.
Necesitamos estar presentes
Necesitamos cada día dedicar tiempo a aprender y practicar la Paz, la alegría y la felicidad.
Sonia Campra
Jesús, Budda y krishna cuando hablaban de amor estaban hablando de un amor desinteresado y generoso. Supongo que para quienes los escuchaban en aquellos momentos no era fácil entenderlo porque al igual que ahora, se acostumbraba a amar de una forma egoísta, pasional e interesada.
Pararnos a reflexionar es clave si queremos vivir en-amor-ado-s.
El amor verdadero solo es posible en un ser humano sereno. Si la persona está emocionalmente y mentalmente agitada, no es capaz de amar a nadie, ni siquiera así mismo.
En la doctrina filosófica budista así como en la doctrina filosófica yóguica a la capacidad de ofrecer amor se le denomina maitri. Si no hay maitri, no hay encuentro con amor.
Teniendo en cuenta esto, para amar necesito desarrollar maitri, que es la capacidad de entender a la persona que quiero amar. Sin entendimiento no se puede amar, no se desarrolla esa capacidad. No solo puede haber voluntad de hacer feliz a quien quiero ofrecer amor, sino que es necesario que el sujeto desarrolle esa capacidad dedicándole en su día a día por plena convicción y por esfuerzo un tiempo de observación y escucha. El amante verdadero es capaz de ofrecer amor porque entiende a la persona que ama.
Y hablaba Buda de Karuna para referirse a esa facultad que tiene el amor para disolver el sufrimiento. Si el amor que ofrece el amante lejos de disolver el sufrimiento lo provoca, eso no es amor. Y esa facultad de "disolvente de sufrimiento", requiere aprendizaje y entrenamiento con uno mismo primero. No puedo solo querer usar el "disolvente de sufrimiento" para los demás. Tengo que aprender a usarlo conmigo mismo. No puedo inundar de amor el sufrimiento de los demás si no he aprendido a disolver mi propio sufrimiento siendo capaz de amarme a mí mismo. Ya hablaba Jesucristo de amar al prójimo como a uno mismo. Por lo tanto revelará mi talento para amar el cómo dirijo mis sentimientos para poder calmarlos y que no me hagan sufrir, el cómo uso mi cuerpo para cuidarlo. Y cómo uso mis pensamientos para no herirme con ellos. No hay duda, la capacidad que tengo para amarme y cuidarme a mí mismo , es la capacidad que voy a tener para amar al otro. Y es necesario dedicar esfuerzo a desarrollar esta virtud. No es casual.
Y también Buda y khrisna hablaban de Mudita para referirse a esa alegría que requiere el amor desinteresado. Ser amor es ser alegría. Ser fuente de gozo, de júbilo y de satisfacción es ser fuente de felicidad. No puedo hacer feliz a otra persona, si no puedo hacerme feliz a mí. No voy a encontrar amor en otra persona si no lo encuentro en mí. Cuando experimentamos nosotros mismos el amor incondicional es cuando podemos amar, por lo que también es necesario dedicarle atención y tiempo a diario , a ese sentimiento de alegría y de gozo. Bañarme en la atención y el tiempo conmigo mismo a diario, para realizarme como fuente creadora de amor. Si estoy con satisfacción y plenitud en mí, puedo estar satisfecho y pleno con el otro y ya eso, la presencia plena, es garantía de amor auténtico.
De forma poética expresaba el amor Mansur Hallaj , maestro sufí agitador de conciencias “ … Me he transformado en aquel que amo y aquel que amo se ha transformado en mí, somos dos espíritus fundidos en un solo cuerpo … ”.
Si el amante es el amado, el amante se responsabiliza de la felicidad o del sufrimiento del amado, de la misma manera que si fuera su sufrimiento o su felicidad. Coincide con Upeksa, termino con el que se referían en oriente a la idea de no exclusión . El amor es inclusivo. El amante que incluye, amplifica el amor y al aumentar el amor aumenta la fuerza que diluye el sufrimiento. La unión hace la fuerza.
Una plaga de amor es lo que necesita una sociedad corrupta para evolucionar hacia una sociedad integra. Escribía Ibn ‘Arabi , santo Sufí del siglo XIII, “…Yo profeso la religión del Amor cualquiera sea la dirección que tome su cabalgadura. Esa dirección es mi credo y mi fe…”
No se puede buscar el amor fuera de uno mismo. Por orden natural, tengo que empezar por cuidarme, por respetarme, por conocerme, por habitarme , por estar presente.
Necesitamos estar presentes
Necesitamos cada día dedicar tiempo a aprender y practicar la Paz, la alegría y la felicidad.
Sonia Campra
Maravillosa reflexión! Mucho contenido en pocas palabras! Gracias!
ResponderEliminarLindooo! ❤️
ResponderEliminarMaravilloso, sin más
ResponderEliminarMaravilloso Sonia
ResponderEliminarCada cosa llega en su momento preciso y es ahora cuando lo vuelvo a leer cuando de verdad lo interiorizo y lo comprendo!
ResponderEliminarNo se puede expresar y explicar de mejor manera!
Gracias!